Del boceto a la pasarela

El fotolibro Dior 30, avenue Montaigne, de Gérard Uféras, muestra una colección única de alta costura de Christian Dior (primavera/verano 2012), desde el boceto inicial hasta el opulento desfile final en la pasarela.

Uféras había considerado durante mucho tiempo la idea de documentar la artesanía que se esconde tras los bastidores de una colección de alta costura. Ya había cubierto temas de moda en el pasado para el periódico parisino Libération, donde empezó su carrera, fotografiando desfiles durante más de dos décadas.

El primer paso para plasmar el boceto del diseñador en la prenda acabada. La toile blanca permite que el foco de atención permanezca en la silueta en su forma más pura.

Durante la elaboración del libro, ganador en la categoría «Edición de libros: tapa dura» de los Fedrigoni TOP Awards 2013, Uféras tuvo acceso ilimitado a la sede de Dior en la avenida Montaigne por un periodo de tres meses, justo el tiempo necesario para crear una colección. 

El edificio de seis plantas de Dior alberga el estudio creativo, salas de trabajo, showrooms, salones privados y boutiques. El desfile de esta colección también tuvo lugar en este espacio.

Hay dos ateliers de alta costura, «flou» para vestidos, faldas y blusas y «tailleur» para prendas confeccionadas a medida.

«Fue una tarea colosal», comenta Uféras. «Quería captar el espíritu de los talleres funcionando como laboratorios de creación. Utilicé planos panorámicos para mostrar su amplitud. En su metamorfosis hacia el modelo acabado, el “toile” [el prototipo de lienzo blanco del diseño final] transita desde la primera hasta la última estación de trabajo. Fotografié los talleres por la noche. Al comienzo del proyecto, estaban totalmente desiertos, pero se fueron transformando en un hervidero de actividad a medida que se acercaba la fecha de la presentación”.

La alta costura es un proceso de interacción continuo entre el estudio creativo y el atelier o taller.

«Se trata de un universo íntegramente monocromo. Los empleados llevan batas blancas y trabajan con azulejos blancos sobre mesas blancas. Cuando se sustituye el “toile” por la tela de color, la colección empieza a cobrar vida. Por eso fotografié en blanco y negro al principio del libro. El color únicamente aparece hacia el final, cuando se revela la creación definitiva, del mismo modo que ocurre con el proceso creativo de la alta costura».

Surgieron dos series de fotografías imprevistas cuando las herramientas de la alta costura le despertaron el interés. «Me di cuenta de que cada trabajador tiene su propio dedal. No sabía que existieran tales dedales, ¡ni que hubiera tantos diseños! De ahí surgieron los «retratos» de dedales, que a su vez me inspiraron para crear otra serie, los kits de costura, cariñosamente personalizados por sus propietarios».

Dior 30, avenue Montaigne. Del fotógrafo Gérard Uféras con texto de Jérome Hanover. Tapa dura. Diseño: République. Publicado en francés e inglés por Éditions Terrebleue, noviembre de 2012. Impreso por EBS en Verona, Italia, utilizando papel Fedrigoni: Imitlin (cubierta), Symbol Matt Plus y Stucco Tintoretto Gesso. Director de producción: Luc Martin.

La dirección artística corrió a cargo de République, en París, que utilizaron dos papeles Fedrigoni: Symbol Freelife Matt Plus para los reportajes fotográficos en blanco y negro (impresos en duotono para mayor profundidad) y en color; y Stucco Tintoretto Gesso 150gsm para la serie de dedales y kits de costura en cuatricromía. “Los papeles tienen un hermoso granulado ligeramente áspero al tacto, pero, al contrario que la mayoría de los papeles granulados, no se «beben» las tintas», afirma el director artístico del libro. «Las reproducciones del libro son fieles a las fotografías originales de Uféras. Integrar las páginas panorámicas desplegables supuso un reto, ya que tenían que aparecer en orden cronológico, que no necesariamente era lo más fácil para la encuadernación».

«Para este proyecto no he cambiado nada de mi estilo», dice Uféras. “La estructura es una parte esencial de la composición de mis fotografías. Al realizar este proyecto, sentí una gran empatía con Christian Dior. Después de todo, ¡me invitó a pasar tres meses en su casa!».