Si Gutenberg levantara la cabeza no daría crédito. Su técnica de impresión no sólo ha traspasado siglos sino que sigue más viva que nunca a pesar del boom tecnológico y la preeminencia de las técnicas digitales. Hoy, el Letterpress es una técnica en cabeza para proyectos que quieran dar el golpe.
Pocos apostaban porque aquellas pesadas imprentas y aquellas piezas tipográficas que habían sido relegadas al fondo de los almacenes para entregarse a un eterno letargo, fueran recuperadas de nuevo para revivir una época dorada. El sector creativo y el mundo de la impresión han vuelto a poner sus ojos en esta artesanal y ancestral técnica que imprime carácter a los más diversos proyectos.
Sus orígenes se remontan a la época del ilustre orfebre alemán, Johannes Gutenberg, que encontró, en 1450, la fórmula para mejorar la productividad de su trabajo. El secreto estaba en crear moldes de letra, de metal o madera, con los que componer frases y textos que quedarían sellados sobre el papel.
La técnica, totalmente manual, parte de una plancha que contiene los tipos móviles de letras que entran en contacto con la tinta y, por medio de presión, dejan grabadas su forma en el papel sin ningún otro paso intermedio (como en el caso de la impresión offset). Esto ocasiona pequeñas imperfecciones sobre el papel, ya que la tinta no se reparte uniformemente, al tiempo que profundiza ligeramente sobre el papel allí donde más se presiona.
No sólo los tipos.. el papel actúa como gran protagonista en esta técnica, ya que de él depende en gran parte el resultado final. Al tener que recibir un golpe con presión es importante que las fibras sean flexibles. Por ello se recomienda usar papeles de algodón con un gramaje elevado que permitirá que la letra haga un efecto de bajo relieve añadiendo textura al acabado.
Según el tipo de papel elegido se podrá graduar la presión de los tipos para que la huella impresa sea más o menos profunda. En Fedrigoni, son muchas las gamas de papeles que pueden resultar idóneas para este tipo de impresión, entre ellas, Century Cotton Wove, Materica, Woodstock, Sirio Color, Savile Row Plain, Nettuno, Freelife Merida o Tintoretto.
Las tintas también deben tenerse en cuenta: al ser colores mezclados manualmente no se pueden conseguir tonos exactos de pantone, por lo que debe confeccionarse una matriz para cada tono que quiera imprimirse.
Los resultados son tremendamente atractivos y hacen que la pieza o proyecto tenga personalidad propia. De ahí que se emplee en proyectos que busquen llamar la atención a primera vista o que quieran resaltar su carácter artesanal. Eso la lleva a ser elección prioritaria en invitaciones de boda y en tarjetas de visita, o en cartas de restaurante, tarjetones, felicitaciones y un largo etcétera.
Con sus muchos pros y sus cuestionables contras, el Letterpress parece haber resucitado para quedarse. En España y Portugal hay ya numerosos talleres especializados, como Bunkertype o Quadratim Letterpress, en esta técnica artesana que sustituye a los ordenadores por máquinas centenarias y a los teclados por piezas tipográficas. Y que sitúa de nuevo al papel en el centro de miras.
Créditos
Diseño: Studio Giulia Garbin para Print About Me
Papeles empleados: Materica Terra Rossa y Materica Gesso
Diseño: Senyor Estudi
Papeles empleados: Materica Vedrigris
Diseño: L’Anacrònica para Les Clandestines
Papeles empleados: Tintoretto
Diseño: Clube dos Tipos para Manual Prático do Tipógrafo
Papeles empleados: Freelife Mérida y Tintoretto Ceylon
Diseño: Blou and Rooi
Papeles empleados: Tintoretto Gesso
Diseños de Acmé Paris
Mientras el año llega a su fin, en Fedrigoni queremos detenernos un momento para daros las gracias. Gracias por confiar en nosotros.
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