El holandés Johan Rijpma nos descubre el arte de dividir un trozo de papel en dos piezas para volver a empezar y dividir de nuevo. Cada pieza es fotografiada y se vuelve a rasgar otra vez, y todo ello es posteriormente animado fotograma a fotograma en stop motion.
Un arte que hace posible lo imposible; a través de los espacios vacíos se genera un proceso de creación por división.