Peter Combe, artista de San Francisco consigue crear una atmósfera mágica en sus cuadros a través del juego tridimensional del papel. Le maravilla experimentar con el color, la luz y el movimiento para crear resultados tan interesantes y con tanta precisión que vistos desde lejos no se aprecia lo mismo que cuando el espectador se acerca o si cambia de ángulo.
Le encanta jugar con el observador y motivarlo a que se mueva e interactúe con sus obras. Según Peter, le divierte engañar al ojo para que el conjunto de la obra consiga una imagen fantasmal, y es que realmente vale la pena visitar su exposición y vivirlo.
+info: Peter Combe